El día al principio no ayudó por el clima, nos llovió un poco pero con nuestros chubasqueros casi no nos mojamos. Todos llevábamos en nuestras mochilas el desayuno y agua en nuestras cantimploras, algunos llevaban bastones y nadie (excepto yo) olvidó su gorra y sus gafas de sol. Ropa cómoda y calzado deportivo para andar durante 4 horas, unos 12 kilómetros, cruzando de costa a costa por el Istmo que une las dos penínsulas de Fuerteventura. Cruzamos por debajo de los oxidados molinos de viento y tras descender una duna de arena con mucha pendiente, llegamos hasta el mar que estaba muy bravo. Después del descanso regresamos a la guagua bordeando la costa para desde allí volver a Puerto del Rosario.
Tareas: dejen un comentario en la entrada (justo abajo) acerca de la ruta: ¿les gustó o no? ¿repetirían? ¿están deseando hacer otra?